¿Qué hacer ante un berrinche?
- Por: Psic. Paulina Millán Bañuelos
- 21 mar 2016
- 3 Min. de lectura

Los berrinches y rabietas son comunes en los niños pequeños ya que les es difícil controlar las emociones fuertes; esto pasa cuando se sienten frustrados, enojados o decepcionados; muchas veces expresan este comportamiento llorando, gritando, se quejan, patean o golpean. Los berrinches normalmente empiezan entre el primer año de edad y 4 años de edad.
¿Por qué los niños hacen berrinches?
Principalmente se presenta por éstas razones:
Quieren hacer algo que no está permitido: en ocasiones no están de acuerdo con las reglas o límites que se establecen.
Quieren hacer más de lo que pueden: quieren hacer algo que aun no tienen la capacidad de realizar (como subir el cierre), o por razones de seguridad (como abrochar su propio cinturón de seguridad, atar las agujetas, cocinar algo, etc.)
No siempre pueden comunicar sus necesidades o deseos: al no tener desarrollada la habilidad del lenguaje es difícil expresar lo que realmente quieren comunicar.
Se sienten físicamente incómodos o se sienten mal emocionalmente: pueden sentirse cansados o frustrados en ese momento.
Cuando no pueden obtener atención: pueden hacer berrinches para llamar su atención, para que se haga lo que él quiera, o tratar de obtener una reacción. Aunque la atención ya esté en ellos, una vez que empieza el berrinche, ellos quedan atrapados en sus emociones.
No lo pueden evitar: aquí tiene que ver el temperamento del niño, que sea más propenso a realizar los berrinches, que llegue a frustrarse, enojarse, o sienta alguna incomodidad física, o alguna conducta abrumadora para el niño.
Desarrollan la evolución emocional: los niños necesitan tiempo para desarrollar la capacidad de regular sus emociones, es importante el apoyo de los cuidadores para que los niños logren identificar sus sentimientos y crear habilidades para manejar sus emociones en situaciones donde probablemente pierda el control.
Lo que pueden hacer los cuidadores:
Nos podemos dar cuenta cuando un berrinche está por comenzar o simplemente comienza sin razón obvia, aunque son más propensos a que los berrinches se presenten cuando están cansados, estimulados en exceso o se encuentran fuera de su rutina normal. Saber qué empuja a un niño al berrinche puede ayudar a que se eviten.
Es importante que sea consciente de sus propios sentimientos, recordando que el niño se siente fuera de control y lo necesita para calmarse. Si es necesario, asegúrese de que su niño esté en un sitio seguro y luego retírese para recuperar el control de sus propios sentimientos antes de intentar ayudar al niño.
Puede ofrecer una actividad opcional, esto también se le llama “distracción” y puede ser muy eficaz con los niños más pequeños. Si el niño se encuentra en un lugar, algunos expertos aconsejan ignorar el berrinche y eliminar el incentivo que provoca que el niño continúe con esa conducta. Asegúrese de responder positivamente cuando el niño encuentre otras maneras de obtener su atención.
No es recomendable que se castigue por hacer berrinches, ya que podría comenzar a guardar su enojo y frustración, lo cual no es sano. Su respuesta a los berrinches debe ser de calma y comprensión, recuerde que es normal que los niños pongan a prueba las reglas y límites que se les ponen.
Los berrinches son una parte normal del crecimiento, no es fácil lidiar con ellos y pueden llegar a perder el control. Usar un método de amor y comprensión le ayudará al niño a superar esta parte de su desarrollo.
Bibliografía
Academia Americana de Pediatría. (1989). Recuperado el 17 de 03 de 2016, de Academia Americana de Pediatría: http://www.mipediatra.com/pdf/berrinches-print.pdf
Información para los padres: Los Berrinches. (2010). Recuperado el 17 de 03 de 2016, de http://www.parentingcounts.org/professionals/parenting-handouts/informacion-para-los-padres-los-berrinches.pdf
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