Para conocer un poco acerca del autismo...
El autismo es un trastorno grave del funcionamiento cerebral que se caracteriza por falta de interacción social, deterioro de la comunicación, movimientos repetitivos y muy escasa variedad de actividades e intereses. El diagnóstico se confirma mediante imagenología cerebral.
Algunos posibles síntomas de autismo son los siguientes:
Falta de miedo al peligro
Rechazo a los mimos (cariños)
Aparente insensibilidad al dolor
Juego constante inusual o repetitivo
Capacidades físicas o lingüísticas disparejas
Evitación del contacto ocular
Preferencia a estar solos
Dificultad para expresar necesidades salvo por gestos
Apego inapropiado a algún objeto
Insistencia monótona
Repetir palabras y frases a modo de eco
Respuesta inapropiada a los sonidos
Hacer girar objetos o girar o girar él mismo
Dificultad para interactuar con los otros
Éste trastorno consiste en la falta de coordinación entre las regiones del cerebro que se encargan de coordinar la ejecución de tareas complicadas.
Existe un trastorno relacionado con el autismo que se considera menos grave, el síndrome de Asperger, en el cual se observa un mejor desempeño que el de los niños con autismo.
Cada año, alrededor de uno de 150 niños es diagnosticado con autismo y trastornos afines y cuatro de cinco son hombres. La mayor frecuencia del autismo en hombres se ha atribuido a diversos factores como que el encéfalo de los hombres es mayor y que el cerebro de las personas autistas es más grande que el promedio. En algunas investigaciones se han relacionado los niveles elevados de testosterona fetal y líquido amniótico con la vulnerabilidad masculina al autismo.
Entre los síntomas precoces de posible autismo se encuentran los siguientes:
No mira con alegría a sus padres o cuidadores
No hay intercambio de vocalizaciones con los padres (a partir de los cinco meses)
No reconoce la voz de sus padres
No hace contacto ocular
Retrasa el inicio del balbuceo (después de los nueve meses)
Pocos gestos o ninguno, como agitar la mano o señalar
Movimientos repetitivos de objetos
Cuando surge el habla se consideran otros signos importantes:
No pronuncia palabras sueltas a los 16 meses
No balbucea ni tiene otros gestos comunicativos al año
Pérdida de facultades lingüísticas a cualquier edad
Se observan grandes mejoras en los niños que se someten a intervenciones educativas muy estructuradas que le ayudan a ganar independencia y asumir responsabilidades personales; también se le debe proporcionar terapia del habla y lenguaje y educación de las habilidades sociales, junto con manejo médico cuando sea necesario.
Bibliografía:
Papalia Diane, Wendkos Sally, Duskin Ruth.. (2009). Desarrollo Humano. Mexico: The Mc Graw-Hill Companies, Inc..