Educa sin golpes
Sabías que educar a tu hijo con maltrato físico y/o verbal puede causarle secuelas durante toda su vida??? Aquí te dejamos algunas de las consecuencias...
Educar a los hijos para auto-controlarse y comportarse adecuadamente es una parte integral de la disciplina en todas las culturas. Los padres guían al niño para que sepa cómo manejar sus emociones y conflictos de manera que favorezca la sensatez y la responsabilidad, además de la autoestima, dignidad e integridad física y psicológica del niño. Sin embargo, con demasiada frecuencia, los métodos educativos se basan en el uso de la fuerza física o la intimidación verbal. En muchos casos, no es una decisión meditada sino simplemente la consecuencia de la frustración o enfado de los padres o la falta de conocimiento sobre métodos educativos no violentos.
Ambas formas de disciplina violan los derechos del niño y tienden a ocurrir de manera conjunta, creando daño al niño tanto a corto como largo plazo.
Estas son solo algunas de las consecuencias:
* Daña su autoestima, genera sensación de minusvalía y promueve expectativas negativas respecto a sí mismo.
* Les enseña a ser víctimas. Existe la creencia de que la agresión hace más fuertes a las personas que la sufren, les “prepara para la vida”. Hoy sabemos que no sólo no les hace más fuertes, sino más proclives a convertirse repetidamente en víctimas.
* Interfiere sus procesos de aprendizaje y el desarrollo de su inteligencia, sus sentidos y su emotividad.
* Se aprende a no razonar. Al excluir el diálogo y la reflexión, dificulta la capacidad para establecer relaciones causales entre su comportamiento y las consecuencias que de él se derivan.
* Les hace sentir soledad, tristeza y abandono.
* Incorporan a su forma de ver la vida una visión negativa de los demás y de la sociedad, como un lugar amenazante.
* Crea un muro que impide la comunicación padres-hijos y daña los vínculos emocionales creados entre ambos.
* Les hace sentir rabia y ganas de alejarse de casa.
* Engendra más violencia. Enseña que la violencia es un modo adecuado para resolver los problemas.
* Dificultades de integración social.
* No se aprende a cooperar con las figuras de autoridad, se aprende a someterse a las normas o a transgredirlas.
* Pueden sufrir daños físicos graves accidentales, cuando alguien pega y se le puede “ir la mano” y provocar más daño del que se esperaba.
Recomendaciones:
- Conocer a los hijos, compartir su tiempo y respetar su modo de ser lo máximo posible, recuerden que todos somos diferentes. Valorarlos de forma positiva, pero sin idealizarlos.
- No dar por hecho nunca el cariño, sino cultivarlo y demostrarlo cada día con atenciones, gestos positivos y palabras de aliento.
- Fomentar el tiempo compartido con los hijos, por ejemplo hacer tareas juntos, algún hobbie, salidas los fines de semana.
- Los padres son el primer modelo y ejemplo para sus hijos, pero no se puede enseñar a un niño lo que no se practica a nivel personal.
- Fomentar la participación activa de los hijos en la familia, permitirles formar parte de las decisiones que se toman en casa, tomarlos en cuenta y escuchar sus opiniones.
- Establecer en los hijos limites claros, coherentes y consistentes en función de su capacidad para asumir responsabilidades.
- Proporcionar al niño un medio físico seguro en el que pueda desenvolverse.
- Proporcionar un ambiente rico en posibilidades, darles la confianza de que pueden lograr lo que se propongan.
- Integrarse en la comunicad, ya sea formar parte de un equipo de futbol local, club de lectura o cualquier actividad que impulse la convivencia con otras personas de manera saludable.
- Buscar ayuda cuando sea necesaria.
Bibliografía:
United Nations Children’s Fund, Hidden in Plain Sight: A statistical analysis of violence against children, UNICEF, New York, 2014.