¿Cómo establecer límites?
Cuando hablamos de límites, al parecer existe una dificultad en gran parte de nosotros, ya que probablemente no queremos parecer anticuados o autoritarios o nos llegamos a decir: “yo no voy a castigarlo como lo hacían mis papás conmigo”.
Tenemos una idea errónea de la palabra “límites”, pensando que es más bien un castigo o limitarlos o restringir la conducta de los niños, pero en realidad es un concepto que nos habla de protección. Al establecer límites en una edad temprana los protegemos de riesgos, puesto que ayudamos al niño a enseñarles reglas de convivencia y a cumplir normas, dándole las herramientas para que él mismo se sienta protegido y tenga el conocimiento y experiencia de cómo actuar en su entorno.
A veces es difícil educar a un niño de corta edad, pero es posible hacerlo, si se establecen desde pequeños se ayudará a evitar mayores problemas en el futuro. Cuando necesitamos decir a los niños que deben hacer algo y ahora (guardar los juguetes, irse a dormir, etc.), debemos tener en cuenta estos consejos:
Ser objetivo: Es frecuente que el padre use expresiones como: “pórtate bien”, “no hagas eso”. Pero los niños entenderán mejor si fijamos normas más concretas con frases cortas y órdenes precisas como: “agarra mi mano para cruzar la calle”, “aquí en el museo no se grita”. Esto nos ayudará a aumentar la relación de complicidad con el niño.
Opciones: Les podemos dar la oportunidad para decidir cómo cumplir sus órdenes. Ejemplo: “es hora de vestirse ¿Quieres elegir la ropa o lo hago yo?”, de esta forma se dan dos opciones para darle la libertad de elegir pero llegando al mismo fin.
Firmeza: Se aplican con un tono de voz seguro, sin gritar y un gesto serio. Los límites más suaves suponen que el niño tiene opción de obedecer o no. Debemos de hablar claro como ejemplo: “Es hora de guardar los juguetes”, “debes hacer la tarea ahora”.
Evitar indicaciones con la palabra “no”: Es mejor decir lo que debe de hacer (“habla bajo”), antes de lo que no debe de hacer (“no grites”). Es recomendable darle prioridad a las frases que comiencen con el verbo “hacer”.
Explicar el por qué: Cuando un niño entiende el motivo de una regla como una forma de prevenir situaciones peligrosas para sí mismo y los demás, se sentirá más animado a obedecerla. Ya que lo entiende puede desarrollar valores internos de conducta o comportamiento y crear su propia conciencia. Puede decir una frase corta y concisa antes de dar una larga explicación que el niño no va a entender, como: “No se muerde, eso le dolió a tu compañero”.
Firmeza en el cumplimiento: Fijar una rutina y reglas importantes en el niño y la familia deberían ser efectivas día tras día. Aunque como papá se encuentre cansado o indispuesto, es necesario en su formación y el cumplimiento de sus deberes.
Desaprueba la conducta, no al niño: Dejar claro que desapruebas su comportamiento y no al niño mismo, no le muestres rechazo, en vez de decir “eres malo”, se debe decir “eso que hiciste está mal”.
Hay que acompañar a los niños en su formación y crecimiento personal, bríndele una escucha activa para transmitirles confianza en sí mismos y habilidad para manejar sus sentimientos y problemas. La tarea de poner límites requiere de perseverancia, paciencia, respeto, amor y aceptación a nuestros niños.
Bibliografía:
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(2005). Límites: ¿Para qué poner límites a nuestros niños? ¿Qués es y qué no es poner límites? Chile.
parroquialjunior.edu. (07 de 01 de 2006). Recuperado el 27 de 07 de 2016, de parroquialjunior.edu: http://www.parroquialjunior.edu.pe/Junior_College_2015/orientaciones_PPFF/APRENDER_LIMITES.pdf